Introducción

 

La actividad física se define como cualquier movimiento corporal generado por una acción muscular y que resulta en aumento del gasto energético. El ejercicio a su vez es aquella actividad física planificada y estructurada con un propósito definido y que puede llevar a un aumento en el nivel de aptitud física de una persona en un momento dado de su vida. (Mc Ardle, 1996).

 

Salud en la definición de la O.M.S., estar sano es tener un completo bienestar físico, mental, síquico y social; y no solo la ausencia de enfermedad. Un buen nivel de aptitud física se relaciona con un buen estado de salud y a través de esto con prevención de enfermedades degenerativas crónicas. La falta de actividad física lleva a una disminución de la capacidad de rendimiento físico, atrofia muscular por desuso, aumento en la acumulación de grasa y menor aptitud cardiorespiratoria. (Osorio y Venegas, 1997).

El ser humano aumenta su rendimiento físico desde el nacimiento y alcanza su máximo entre la adolescencia y los 30 años. Posteriormente la declinación de la capacidad física se relaciona con la edad, pero fundamentalmente con el estilo de vida. Así un individuo físicamente activo tiene una capacidad aeróbica un 25% más alto en cualquier categoría de edad, con respecto a un individuo sedentario, de tal manera que a los 50 años aquel que permanece activo fisicamente puede mantener niveles funcionales equivalentes a individuos 20 años más jóvenes. (Mc Ardle 1996).