Nutrición en altitud

 

La altitud reúne condiciones de un ambiente extremo (aislamiento, grandes cambios térmicos, monotonía del paisaje, largas jornadas laborales, etc.), lo que lleva a los trabajadores a buscar actividades de compensación entre las cuales está en primer lugar la sobrealimentación.

Esta sobrealimentación lleva a su vez al desarrollo de enfermedades crónicas del adulto como:

Obesidad

Hipertensión arterial

Diabetes

Dislipidemias

Lumbago

Depresión

A lo anterior se suma que dado el aislamiento geográfico en la cual se encuentran los campamentos en alta montaña normalmente encontramos déficit de productos lácteos y productos frescos y por ende de vitaminas, sustancias antioxidantes y fibras. Estos se encuentran en frutas y verduras frescas y su escasez lleva a problemas de estreñimiento, disminución de las defensas antioxidantes y desmineralización ósea.

En exceso encontramos las grasas tanto por la gran cantidad de carne animal como por los sistemas de cocción usados (frituras). También existe exceso de fierro proveniente de la gran ingesta de carne, pero este elemento en altitud se torna en un producto que puede desencadenar daño a nivel de nuestras células. El fierro produce un aumento del estrés oxidativo y hace mayor la producción de hemoglobina frente al estímulo de la hipoxia, lo cual hasta una determinada concentración es un mecanismo adaptativo beneficioso, pero más allá de esta se transforma en un peligro.

Las proporciones de cada nutriente, su manera de ser cocinado, la cantidad y forma de su administración, el número de calorías necesarias de dar a un trabajador que cumple una tarea liviana o una pesada constituyen parte de nuestra asesoría a la empresa.